Expreso.

Posted on 4:40 by Kiros | 0 comentarios

Oscuridad, que provoca que sus fantasmagóricas pesadillas parezcan realidad, oscuridad, que trae consigo a sus amigas miedo y soledad, oscuridad, tan solo rota por el roce de una mano en su faz.

(...)

Una capa de nubes grisácea es atravesada por unas gotas que, estrepitosamente, chocan contra el suelo produciendo ese sonido tan único propio de la simbiosis entre el agua y la madera. Una suave brisa acompaña la melodía de la lluvia, soplando en los oídos de aquellos que, con cuyos pasos, ponen percusión a la banda sonora de una imagen cuyo contenido es difícil describir tan solo con palabras.

Cruje una traviesa y él se mira los pies, las deportivas que lleva puestas le delatan, el camino ha sido largo y complicado, pero ahí está; miento, ahí están. Mira hacia atrás, ladeando su cabeza ligeramente hacia la izquierda y el paisaje que encuentra no es demasiado alentador, árboles de ilusión caídos y matorrales de decepción en pie, felicidad esparcida por el suelo y un sabor a dolor en el aire.

Pese a todo, él sonríe con cierta melancolía y agarra con más fuerza su mano a la par que contempla como todo aquello ya queda atrás. Ella le mira con detenimiento, pero acaba por ladear también su cabeza, pero hacia la derecha, para una vez más, contemplar como lo que hay entre los raíles que ha dejado atrás no eran precisamente rosas. Mira sus deportivas sobre la madera, sus punteras chocan con las de él...

Él cierra los ojos y ella acaricia su rostro con infinito cariño provocando que él despierte de su trance para proseguir el camino, de la mano, destilando amor a cada paso.

Kiros


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