Baile nocturno.

Posted on 21:24 by Kiros | 2 comentarios

Domingo, 7 de Noviembre del año 2010.

La noche se cierne sobre la ciudad, los edificios se emergen desde la jungla de asfalto dibujando sombras fantasmagóricas en el suelo, como si de extrañas figuras se tratasen al acecho de un despistado viandante. Una suave brisa sopla, armonizando con su silbido el silencio y la quietud que emite este incógnito lugar.

Tiempo ha pasado ya desde que el último visitante hizo acto de presencia aquí, su salida, sin pena ni gloria se debió al mero hecho de que esta ciudad le quedaba demasiado grande, no obstante, el devenir de los días, de las semanas y de los meses, lo único que hizo fue demostrar que aquel visitante no era digno de permanecer aquí, la exclusividad de este lugar radica en la capacidad del visitante en valorar donde está.

Una vez más, la ciudad contempla como su enigmático habitante avanza con una naturalidad sublime por los ahogados corredores que ésta esconde, una vez más, transito en la penumbra, abstraído en mis pensamientos y con la mirada al frente, escrutando con delicadeza las sombras, controlando que sucede a mi alrededor y por supuesto, disfrutando del paseo nocturno.

El silencio que se respira en este lugar siempre da que pensar, dicen que cada  persona es esclava de sus palabras y dueña de sus silencios, dicen que más vale cerrar la boca y parecer idiota, que abrirla y demostrar que lo eres.  Yo me pregunto el por qué, el por qué las personas tenemos tanto miedo a decir lo que pensamos y especialmente lo que sentimos cuando verdaderamente tenemos algo que aportar. ¿Miedo al rechazo? ¿Al fracaso tal vez....?.

Sigo caminando y me encuentro con una flor marchita a la luz de una farola, me siento a observarla con una sutil curiosidad , ha perdido la mayoría de sus pétalos, sin duda alguna el tiempo le ha pasado factura, el tiempo y la soledad, puesto que aunque otras plantas se paren a admirarla, aunque esta flor esté rodeada de tierra, de vegetación, de asfalto, de cemento y de edificios, la triste realidad es que ella está sola.

Sin más, decido continuar mi camino hacia aquella privilegiada habitación en la cúspide de la ciudad mientras que una suave lluvia cuyas gotas acarician mi tez con una suavidad etérea empieza a atravesar la noche; sonrío hacia mis adentros...

Desde aquí observo pausadamente el paisaje que se manifiesta bajo mi figura, de fondo se escucha un hilo musical que es tan solo interrumpido por el sonido de las gotas precipitándose contra el cristal, me apetece bailar... Alzo la vista y pierdo la mirada a través de la ventana, ¿bailamos?.

Kiros

2 comentarios:

Sora Valtieri // Sergio Jiménez dijo...

*____________________________________* la vuelta no ha podido ser mas triunfal!

Perris_Hilton dijo...

Una vez mas... me encanta! tendre que ponerme las pilas para hacerte la competencia :P

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