El viaje

Posted on 2:01 by Kiros | 0 comentarios

Hace unos 70 días, emprendí un viaje díficil, un viaje que pensé que acabaría conmigo por un camino que veía realmente imposible, tan sinuoso, tan abrupto...

Me arrojaron de un empujón a ese camino y casi sin querer, alzé la vista y alcancé a ver lo que tanto me temía, aquella situación que aparecía en mis peores pesadillas, verme ahí delante, tan solo, con ese camino por delante, me aterré.

Después de lamentar durante unos días mi desdicha, me puse de pié y aún temeroso, empecé a andar mirando hacia mis espaldas constantemente por si alguien me seguía, no me veía capaz de recorrer lo que se avecinaba solo, pero no venía, no venía y tenía que seguir andando por lo tanto es lo que no me quedó mas remedio que hacer. Las jornadas eran duras, el frío pegaba muy fuerte, constantemente había lluvia, una lluvia fina y amarga que conseguía sumirme en mi soledad.

Sí, realmente esos días fueron horrendos e intento olvidarlos, pero quizás sea gracias a ellos que poco a poco, mi paso se fue haciendo más firme, cada vez tenía más claro que el camino lo tenía que hacer solo y progresivamente fui mirando menos hacia atrás. La dificultad del camino me llevó a mirar en mi mismo lo que tenía y tirar de ello para no flagelar, me llevó a superarme a mí mismo, sacar lo mejor de mi persona y hacerme un poco más fuerte a cada jornada de viaje que pasaba.

Hace muy poco, encontré una roca en el camino, me senté y miré hacia atrás, pero esta vez no buscaba a alguien, no, esta vez quería ver el camino recorrido y sí, ahí estaba todo lo que habia caminado y con tan solo esa mirada, me sentí muy orgulloso de mi mismo. Sí, yo había pasado por ahí, por todo aquello con lo que creí que no podría, superando mis miedos y potenciando mis cualidades.

Cuando me levanté, sonreí para mis adentros, "eres más fuerte, estás mas preparado, eres mejor"
Seguí el camino, a un paso tranquilo, relajado tal como soy yo, un chico tranquilo que vive sin prisa, que prefiere ver un atardecer a los flashes de una noche de fiesta, un chico que es más romántico de lo que le gustaría, un chico que odia el superficialismo, superficialismo con el que vió el camino.

Ahora sé que cada persona tiene su camino, con sus dificultades y contratiempos, con sus días de sol y sus días de lluvia pero al fin y al cabo, su camino.

Y este queridos lectores, este es el mío, camino que de una vez por todas me pertenece, camino por el que ando tranquilamente provocando que sucedan cosas en él y camino por el que ya no voy dejando un rastro de infinita amargura.

De vez en cuando, las personas permiten que se junten sus caminos, como cuando se junto el mío tímidamente con el de Noelia para luego anexionarse con el de Noemi, todo fruto del amor, sí, esa palabra tan corta que a veces sentimos tan larga.

Los caminos también van en paralelo, es la llamada amistad, amigos que te ayudan a avanzar cuando no puedes, que te alegran el día y que siempre están ahí si los necesitas.

Creo que soy bastante afortunado, desde aquí puedo ver más caminos, caminos de amigos que de verdad se preocupan por mí, que están ahí cuando los necesito y que a pesar del paso de los años, el tiempo no hace mella en la amistad.

Y es que quién sabe que nos depara el futuro, que caminos se acercarán y cuales se alejarán.

Con esto, quiero decirte estimado lector, que cada uno/a de nosotros emprende el viaje a algún lugar, pero después de todo, cuando al final llegas a dicho lugar, ¿sabes qué vas a descubrir? Que el verdadero lugar era el viaje.

Kiros

0 comentarios:

Publicar un comentario

© 2011 Kiros - All Rights Reserved